Saben que este
gobierno no es golpista, pero deben asustar a los incautos porque estamos en época
electoral. Saben que los últimos golpistas que manejaron a su antojo a las
fuerzas armadas fueron Fujimori y Montesinos, pero no lo dicen porque estamos
en época electoral. Saben que los militares de ahora no firman actas de sujeción
como lo hicieron durante la dictadura fujimorista, pero no lo dicen porque
estamos en época electoral. En su momento, las fuerzas armadas pidieron perdón
a los peruanos por someterse al fujimorismo. Ahora les toca a los peruanos
pedir perdón al Perú por apoyar durante diez años al dictador más corrupto de
la historia.
LAS FF.AA. PIDEN
PERDÓN A LOS PERUANOS
Pronunciamiento
de la Fuerzas Armadas
luego del destape del Acta de Sujeción
"Los señores
comandantes generales de los institutos de las Fuerzas Armadas y el director
general de la Policía
Nacional del Perú, ante la exhibición de vídeos que muestran
a oficiales de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional suscribiendo un Acta de
Acuerdos del CC.FF.AA., expresan lo siguiente:
1.- El 13 de
marzo de 1999 se suscribió, un acta en la que se acordaba, entre otras cosas
respaldar el golpe del 5 de abril de 1992, y la conducta del gobierno de facto
de Alberto Fujimori Fujimori y de quienes comandaban las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional ,
así como las leyes de amnistía que liberan a los miembros de las Fuerzas
Armadas y de la
Policía Nacional que participaron en la lucha antiterrorista
asumiendo, en ambos casos, el compromiso de defender y proteger, individual e
institucionalmente a cualesquiera de sus miembros por responsabilidades
derivadas de dichos actos, en cualquier tiempo, confiriéndole el carácter de un
compromiso de honor personal e institucional.
2.- El acta, en
cuestión, que refleja la situación de grave menoscabo institucional que afectó
las Fuerzas Armadas y la
Policía Nacional , se explica a luz de los siguientes hechos:
a) La violencia terrorista que enfrentó a los peruanos, durante 20 años, fue el
pretexto que usó el gobierno de facto, a partir del 5 de abril de 1992, para
sobredimensionar el SIN y para someter a control absoluto de éste no sólo a las
Fuerzas Armadas y la
Policía Nacional sino a los órganos del poder constitucional.
Para este objeto, Alberto Fujimori Fujimori permitió y avaló la injerencia
indebida y creciente de Vladimiro Montesinos Torres, quien sometió,
paulatinamente, las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional
al control del SIN con el consentimiento de los ministros de Defensa y del
Interior y de los comandantes generales de los diferentes institutos. Dicho
proceso se facilitó durante los siete años continuados en que el general del
Ejército Nicolás Hermoza Ríos ejerció las funciones de comandante general del
Ejército y de presidente del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, situación
que prosiguió posteriormente. Fue durante esta etapa que se produjo un grave
proceso de cooptación, sujeción y corrupción que alcanzó no sólo las Fuerzas
Armadas sino todos los poderes constitucionales e incluso a empresarios y otros
sectores de la sociedad civil. b) Como consecuencia del proceso de deterioro
institucional antes descrito, en el mes de marzo de 1999, los señores oficiales
generales, almirantes, coroneles y capitanes de navío de las Fuerzas Armadas
del Perú y la Policía
Nacional asistieron a la Base Aérea de Las
Palmas, en cumplimiento de órdenes emitidas por quienes en ese momento
desempeñaban los cargos de comandantes generales de sus respectivos institutos
y el de director general de la Policía Nacional. Participaron de la mesa
directiva los ministros de Defensa y del Interior, el presidente del CC.FF.AA.,
los comandantes generales ya señalados, el jefe del SIN y el asesor del SIN
Vladimiro Montesinos. c) Las mencionadas reuniones se llevaron a efecto dentro
de las características siguientes: - La orden de convocatoria no indicaba el
motivo de la misma, pero señalaba la obligatoriedad de la asistencia. - Los
documentos que se suscribieron fueron redactados con antelación sin haber sido
sometidos a debate en dichas reuniones procediéndose simplemente a su lectura.
- La suscripción de los documentos fue dispuesta por la Mesa Directiva en
forma intimidatoria y coercitiva tal como se aprecia en la visualización de los
vídeos sin permitirse ningún tipo de ponencia u observación invocándose además
para tal efecto la disciplina, lealtad y cohesión institucional.
3.- Por razón de
las circunstancias en que se suscribieron los documentos en cuestión y sin
ánimo alguno de exculpación, los actuales comandantes generales consideran que
son írritos, que no representan ningún compromiso de honor que vincule a los
miembros de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional
individual o institucionalmente y que por ende no pueden ni deben ser
respetados por ellos mismos ni por las instituciones que representan, ya que no
expresan la libre y auténtica voluntad de los firmantes y además violan
principios y normas del Estado de derecho.
4.- Los
comandantes generales de la
Fuerza Aérea , Ejército del Perú, Marina de Guerra, y el
director general de la
Policía Nacional se encuentran firmemente comprometidos en la
ejecución de acciones que conllevan al sinceramiento de la situación que afecta
a nuestras instituciones y, en especial, al proceso de moralización impulsado
por el gobierno constitucional de transición. En tal sentido, se ha procedido a
investigar y denunciar los hechos que implican comisión de delitos, en las
instancias judiciales correspondientes, además de colaborar con todas las
investigaciones dispuestas por el Congreso de la República , el Poder
Judicial y el Ministerio Público.
5.- La
demostración indiscutible de ese espíritu es la conducta de las Fuerzas Armadas
y la Policía Nacional
en el reciente proceso de elecciones generales del 8 de abril último. En ellas
han mantenido un comportamiento que la opinión pública y todos los organismos
de observación internacional han considerado ejemplar, evidenciando así los
esfuerzos realizados por la recuperación institucional, en armonía con los
nobles ejemplos de Bolognesi, Grau, Quiñones y Mariano Santos, inspiradores de
su vida institucional.
6.- Consecuentes
con los hechos señalados, las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional ,
en solemne e inequívoco gesto de rectificación, y sin perjuicio de cualesquiera
responsabilidades declaran: a. Su rechazo y condena a la ruptura del orden
constitucional del 5 de abril de 1992, así como la de todo acto o compromiso
que podría menoscabar las bases éticas y jurídicas del Estado de derecho y su
repudio a prácticas inmorales en la administración de los recursos del Estado o
en el manejo de la política del gobierno. Lamentan que algunos de sus miembros
incurrieran en infracciones personales que no pueden ni deben afectar la
gloriosa tradición de sus instituciones que comparten y compartirán los ideales
democráticos que dieron nacimiento a la República. b. Su firme determinación de seguir
actuando con estricta sujeción a la Constitución y a las leyes de la República y su absoluta
subordinación al jefe supremo de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional del
Perú. c. Su compromiso de cumplir sus funciones dentro del marco de respeto de
los derechos humanos, el fortalecimiento de los valores morales y, en
consecuencia, de combatir firme y permanentemente cualquier indicio de
corrupción o inconducta en la vida institucional que comprometa tales valores y
principios. Por ello, respaldan las iniciativas destinadas a la formación e
instalación de una comisión de la verdad que permita la unión y reconciliación
nacionales, fundada en la justicia y una equitativa y objetiva apreciación de
los hechos y circunstancias en que se llevó a cabo el esfuerzo por la
pacificación nacional. d. Finalmente, su propósito de reivindicar valores y
tradiciones de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional
y de perfeccionar sus instituciones para contribuir más eficazmente a la
defensa y al desarrollo nacional y al fortalecimiento del estado constitucional
y de la democracia en el Perú.
7.- Los
comandantes generales de la
Fuerza Aérea , Marina de Guerra, Ejército y el director
general de la Policía
Nacional del Perú, recogiendo el sentir de sus instituciones,
ofrecen satisfacciones a la ciudadanía en general, por todos los hechos que, en
el pasado reciente, hubieran comprometido a sus instituciones en actos ajenos
al estricto cumplimiento de su misión constitucional. Esperan, asimismo, que la
ciudadanía reconozca en este acto de franca e histórica rectificación un gesto
indispensable para cerrar una etapa negativa en nuestra historia y abrir así el
camino a una era de genuina paz, fundada en el culto de los valores éticos y
democráticos y en la unión de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional
con el pueblo para la construcción de una sociedad auténticamente libre y justa.
8.- Finalmente
los suscritos, comandantes generales y director general de la Policía Nacional ,
consideramos pertinente poner nuestros cargos a disposición del jefe supremo de
las Fuerzas Armadas y de la
Policía Nacional del Perú. Lima, 16 de abril del 2001 Armando
Santisteban de la Flor ,
director general de la
Policía Nacional del Perú; Carlos Tafur Ganoza, comandante
general del Ejército; Víctor Ramos Ormeño, comandante general de la Marina y Pablo Carbone
Merino, presidente del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas y comandante
general de la Fuerza
Aérea ".
(Reproducido en Resumen
Semanal, No. 1118, Lima ,
18-25 Abril 2001.)